En una época donde el compromiso social y la contribución económica van de la mano, el reciente evento del martes, 2 de enero de 2024, se erige como un faro de filantropía en medio de las aguas del Caribe. Indiscutiblemente, la relevancia de la labor ejercida por The 20/22 Act Society Foundation irradia con un influjo de apoyo sustancial, tras la inversión de donativos ascendentes a $1.3 millones, configurando un nuevo futuro para 41 organizaciones sin fines de lucro y comunitarias en Puerto Rico, dedicadas al bienestar social, desarrollo económico, educación y la salud animal.
El alcance de la inversión no solo se refleja en las cifras, sino también en las historias de éxito de cada organización beneficiaria. Por ejemplo, la Fundación Kinesis, alude al impacto palpable de los fondos, que han catalizado sus servicios y programas de becas. De acuerdo a sus testimonios, la asignación del beneficio económico se traduce en una oportunidad real para el progreso educativo y social, fomentando así una cadena de desarrollo que reverbera en toda la comunidad.
Entendiendo las legislaciones involucradas en este generoso acto de mecenazgo, las antiguas Leyes 20 y 22, ahora bajo la bandera de la Ley 60, delinean el trasfondo económico y fiscal de la isla. La Ley 20, con su tasa de 4% fija para empresas exportadoras de servicios por dos décadas, y la Ley 22, que ofrece exenciones en contribuciones sobre ganancias de capital para nuevos residentes, resaltan la estrategia de Puerto Rico para atraer inversión y talento foráneo. Más de 7,000 decretos otorgados por el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio atestiguan el empuje hacia la revitalización y atractivo financiero de la isla.
Declaraciones de Compromiso y Agradecimiento
Las declaraciones de los ejecutivos, tales como Enid Concepción y Robb Rill, no son solo formalidades, sino la expresión de un compromiso genuino con la isla. Robb Rill resalta la transformación que los fondos pueden propiciar en la calidad de vida de los puertorriqueños. Estas contribuciones van más allá del ámbito monetario, son una siembra en la infraestructura humana y cultural de Puerto Rico.
Por ello, la inversión de los $1.3 millones no es solo una muestra de generosidad; representa una visión a largo plazo de sustentabilidad y empoderamiento. A medida que otras organizaciones y empresarios observen el efecto multiplicador de esta filantropía orientada al bienestar social, sin duda veremos un aumento en similares iniciativas. Actualmente, ya es patente el efecto rizomático de esta nueva vía de apoyo sustancial que se abre paso en la isla del encanto, Puerto Rico. Con esperanzas y expectativas renovadas, esta cartilla de información clave no solo representa números, sino la posibilidad tangible de un futuro prometedor para sus habitantes.
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